Entrevista a los azafatos de Almodóvar

Los amantes pasajeros

Por Nacho Medivas

“Los amantes pasajeros” es la película Nº 19 de Pedro Almodóvar. Se trata de una comedia coral que devuelve al director manchego a los orígenes de su cine. Los actores Javier Cámara, Carlos Areces y Raúl Arévalo encarnan a un trío de azafatos con una misión: entretener a un pasaje en apuros. De los tres, Cámara es el único que había trabajado con Almodóvar. Areces y Arévalo se estrenan con él.  Pero todos, veteranos y novatos, estaban nerviosos. Bueno, todos no. Menos Raúl Arévalo…

Titulares:

  • Javier Cámara: “Me gustaría que ‘el musical ha matado al auténtico cabaret’ se convirtiera en coletilla popular”.
  • Carlos Areces: “cuando El Deseo me llamó para el papel estaba ensayando una secuencia de esgrima para ‘Águila roja’”.
  • Raúl Arévalo: “Pedro me transmite una familiaridad curiosa y hay algo de eso que me hace sentir más cómodo de lo normal”.
  • Areces: “Pedro me dijo: ‘me gustaría que abordaras el personaje como lo hace Chus Lampreave en mis películas’”.
  • Cámara: “es una película en la que se ve todo. Hasta las conversaciones”.
  • Areces: “Pedro va a ser recordado en el futuro como un visionario”.
  • Arévalo: “Realmente, lo relajado es tener pluma”.
  • Areces: “La coreografía no estaba desde el principio, Pedro se convenció cuando nos pilló cantando en el ascensor”.

¿Qué supuso para vosotros la primera llamada de Pedro para que fuerais chicos Almodóvar?

Cámara: yo fui muy inconsciente y ahora me he dado cuenta a través de los ojos y la mirada de mis compañeros que yo puse hace diez años esa misma cara de imbécil al saber que iba a ser chico Almodóvar. Estás en su despacho y, de repente, cuando Pedro no te mira, ahí hay un póster de una peli maravillosa, sigues hablando y cuando baja la mirada encuentras el Oscar de “Todos sobre mi madre”.

Areces: estás viendo todo el tiempo cosas icónicas.

Cámara: todo su despacho es icónico.

Areces: hay una Barbie Penélope Cruz en ‘Volver’.

Arévalo: el otro me metí a hablar por teléfono en un cuarto de El Deseo y, entre cajas y cajas, vi el Globo de Oro de ‘Todo sobre mi madre’.

Areces: En la primera llamada yo estaba ensayando esgrima para una secuencia de ‘Águila roja’. «Te llamamos de El Deseo y Pedro quiere que leas un personaje». Yo soy una persona muy cauta al principio y no me quiero lanzar a la alegría. Y creo que en algún momento pregunté: “¿pero Pedro Almodóvar?”. Y te dicen: “Pedro Almodóvar”, y tú sigues fingiendo una frialdad y una naturalidad total. Me dijeron que no dijera nada. Y según colgué a la primera persona que llamé fue a Gorka Otxoa. Acababa de hacer una película con él y nos llevábamos muy bien. Fue en plan: “Gorka, no doy crédito”. De hecho hubo un momento que yo pensaba que podía tener algún problema de compatibilidad con la película y recuerdo decirle a Gorka: “es que tengo este problema”. Él me decía: “pero tú estás tonto. ¿Pero qué problema va a haber? No hay ningún problema. Vas a hacer la película de Pedro y punto”. Y es que no hay más.

Cámara: eso te pasa sin leer el guión. Tú vas y tú haces lo posible para trabajar con él.

Areces: esto a mí me ha pasado dos veces en la vida. Con Álex de la Iglesia y con Pedro Almodóvar. Que desde los orígenes, antes de que yo me dedicara a esto, eran mis directores admirados. Ahora me toca descender. Al menos que me llame Tarantino, que también considero que está ahí.

¿Qué frases de “Los amantes pasajeros” se harán famosas?

Javier Cámara: Yo espero que la frase ‘el musical ha matado al auténtico cabaret’ se convierta en frase icónica.

Raúl Arévalo: ‘Hasta a mí gorda como un trullo como estoy me la mamaron viva en la mili’.

Carlos Areces: Para mí fue muy duro engordar desaforadamente para el papel y ser un gordo desagradable.

Cámara: ‘Los azafatos y yo les haremos hacer pasar el viaje lo más agradable posible. No me pregunten cómo’.

¿Qué escena de Almodóvar es vuestra favorita?

Areces: Hay una que me viene recurrentemente a la cabeza y es la sesión de fotos que dirige Almodóvar a Fabio McNamara. Con la broca: “chupa la broca, chupa la broca. Te ha llamado tu amiga y quedáis para…”. Es que además hemos revisionado la entrevista que le hacen a él y a Fabio en La Edad de Oro. O sea, ese momento es… “Fabio, ¿a ti qué te da el público?”. “El público me da cigarrillos”. “Fabio, ¿dónde vas a veranear este verano?”. “A Usera”. (Risas)

Cámara: a mí me encanta esa señora recepcionista que se está cagando: “ay, que me estoy cagando”. Y todos: “oiga, por favor, ¿dónde…?”. “Señores, no lo sé. Yo es que me estoy cagando”. Te mete un chiste de cagar como te mete una danza de Pina Baus.

Arévalo: de hecho ayer nos contó la noticia de Ikea. Nos la contó por mensaje y pensamos que era un chiste… A mí me encanta “¿Qué he hecho yo para merecer esto?” y estaba pensando en la escena del dentista, de Gurruchaga con el niño, pero estábamos pensando que con esa secuencia, hoy en día, ¡se montaría un pollo!

¿Creéis que «Los amantes pasajeros» les va a parecer fuerte a la gente?

Arévalo: Esta película es muy naif en realidad.

Cámara: Para nada. Igual te parece muy gay o muy ligera o muy blanca…

Areces: una comedia hoy que se estructura sobre la base de una mujer que le guste que la peguen. Cómo se come eso hoy.

los amantes pasajeros

Carlos, ¿por qué te dan siempre estos papeles de reprimido?

Areces: Creo que es el mismo problema que tiene Miguel Ángel con su encasillamiento de objeto de deseo, chico guapo, pero yo lo tengo a la inversa. Yo siempre soy el objeto del desdeseo. Es muy frustrante que el único personaje que no folle en toda la película sea yo. Había una escena muy bonita que a Pedro se le ocurrió en un ensayo, que ni siquiera grabamos, y era que cuando todo el mundo está follando. Que yo estoy rezando y diciendo: “madre mía, la única devota que no folla y tal”. Había un momento que yo me acercaba al señor Mas, que era el otro que tampoco follaba y le decía con cara de circunstancias: “¿y a usted se lo ofrece algo, señor?”. Y el señor Mas me miraba con tal desprecio y tal desdén que ya quedaba todo dicho con eso. Esa escena a mí me gustaba mucho y al final no se hizo.

Cámara: tarde o temprano alguien te desencasilla y te abre una ventana nueva. Yo estuve haciendo comedia un montón de tiempo y te llama Almodóvar y de repente eres: te hemos descubierto para… Incluso tú mismo te descubres.

Areces: eso es hacerse un Landa.

Cámara: lo primero es que yo quiero ver a Carlos primero en su registro. Que ese registro suyo lo tiene muchísimas más veces. Quiero que amplíe y que abra otras ventanas y otras puertas y lo que quiera. Pero por favor yo no puedo dejar de ver a este señor haciendo maravillas.

Areces: lo que pasa es que las primeras indicaciones que Pedro me dio me resultaron muy cercanas. Pedro lo que me dijo fue: “me gustaría que abordaras el personaje como lo hace Chus Lampreave en mis películas”. O sea, quiero que tu acting transmita: “¿qué hago aquí si no soy actor? Me da igual. Me voy a quedar porque me lo estoy pasando muy bien”. Pedro es muy fan de toda una caterva de secundarios del cine español, que a mí me fascinan también: Laly Soldevilla, Luis Ciges, Pepe Isbert. Gente que no tiene un registro amplísimo, pero que a mí particularmente me pones a Luis Ciges al lado de Marlon Brando, yo no me entero de que está Marlon Brando. Porque cualquier gesto o cosa que quiera decir Luis Ciges yo no puedo dejar de mirarlo.

Pedro dice que siempre pone nerviosos a sus actores y que en esta película lo estuvisteis todos excepto Raúl. ¿Qué os inquieta de Almodóvar?

Arévalo: me encantaría generar un mito, una leyenda… Lo que pasa es que me sorprende que diga eso.

Areces: tú lo vives de una manera, pero Raúl era la persona que más desmitificaba la situación…

Arévalo: lo que pasa es que Carlos es muy mitómano, y entonces al lado suyo yo me quedo pequeño…

Cámara: pero yo he llegado a hacer películas con él. Quiero decir que yo también estoy como en el cole y tú estabas tranquilo.

Areces: Javi todavía tiene un respeto. Hoy nos íbamos a hacer una foto y yo decía: “está ahí Pedro Almodóvar. ¡Qué fuerte!”. A Raúl si le pasaba o no le pasaba, eres la última persona que lo transmitía. Era una tranquilidad y un relax.

Arévalo: No era consciente. Yo estaba nervioso. Sí que es cierto que debo decir que Pedro me transmite una familiaridad curiosa. Mi familia es castellano-leonesa y tiene expresiones que me recuerdan mucho a mis tías, a mi madre, a mis tíos y hay algo de eso que me hace sentir más cómodo de lo normal. Aparte, que si viniera David Lynch o alguien de otro sitio seguramente que me impondría más. Pero tiene esa cosa familiar…

Cámara: a mí me ponía nervioso que las dos primeras películas las había pasado no con nota pero había aprobado y de repente dije: “ostras, es la comedia”. Él me ha catado haciendo algo de comedia pero las dos películas eran dramas.

La película funciona como metáfora de la España de hoy. ¿Cómo veis esta representación?

Areces: hay cosas que son muy explícitas como el tema de la corrupción, el aeropuerto… Pero hay otras lecturas que se han hecho a posteriori, que me parecen muy validas y muy bien… O por ejemplo la historia del Rey se lo han pisado ya. Pedro va a ser recordado en el futuro como Julio Verne, como un visionario, porque el guión llevaba escrito un año y medio.

¿Qué es lo más complicado de esta película?

Cámara: al principio fue más complicado. Calentar motores… Las dos o tres primeras semanas Pedro estaba más concentrado…

Areces: … Más tenso…

Cámara: y cuando fueron pasando las semanas todo se fue relajando mucho y de hecho nosotros nos relajamos demasiado y nos reíamos mucho y él entraba como diciendo: “por favor, un poquito de tal”. Los principios son más difíciles hasta que se va cuadrando todo. Con Pedro no me ha pasado, pero hay películas que te queda un día o dos y dices tú vamos a repetir la primera escena que nos quedó un poquito tensa. O cuando se ruedan capítulos en televisión que ruedas primero el cuarto y luego ya ruedas el primero porque sabes que los primeros tardan en arrancar. Hasta que calientas. Pero aquí había mucha gente y éramos todos espectadores de las historias de todos.

Arévalo: yo sí me di cuenta en mi caso, a la hora de trabajar la pluma, llevaba muchos años ocultándola al ser de Móstoles. La primera vez que me relajé dije pero si lo relajado es tener pluma. Lo tenso es estar de machote.

¿El número musical “I’m So Excited” estaba desde el principio?

Areces: al principio no había coreografía y Javi y yo, que somos muy dados a la gansada absurda, estábamos cantando “¡Qué suerte!” de Violeta Rivas y entonces que de éstas se abre el ascensor en El Deseo y allí está Pedro.

Cámara: Y Carlos estaba de espaldas dándolo todo. Y entonces de repente, Pedro, que se partió, dijo: “¿qué hacéis? ¿Y esa canción?”.

Areces: Y entonces creo que ese fue el origen de que hubiera coreografía.

Cámara: No. Fue el origen de que él vio que nos cabía, de que eran unas risas.

Arévalo: Y Javier, le convenciste bastante.

Areces: nosotros queríamos que hubiese número musical.

Cámara: nosotros decíamos estos azafatos son tres señores que cantan, cabareteras y tienen números musicales…. “Pedro, un número”. “Ya, pero es que la película, con 150 páginas…”, y de repente se marca una coreografía de dos minutos y medio con canción y con todo. Nosotros, felices. Además fue creciendo la ola, se apuntó Blanca Li. Después unos planos cenitales…

Areces: una película de Almodóvar sin momento musical es menos película de Almodóvar y yo quería que mi película de Almodóvar tuviera su canción.

¿Crees que te gustará “Los amantes pasajeros”? ¿Cuál es tu película favorita de Almodóvar?

 

 

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